Como ya sabéis, anoche estuve disfrutando de la Bantastic Fand en la sala Madchester, que presentaba su primer trabajo "strong enough to refuse". Un producto atado y bien atado de principio a fin. Sin cabos sueltos.
fotografía © Javier Morcillo Padilla. |
Uno tuvo su momento de duda cuando, no viendo a la "competencia", otras cámaras de fotos, llegué a pensar que igual no era para tanto. Pero igual el animalito puntiagudo tenía otros compromisos. Viene siendo mi referencia y sondeo cada vez que entro a un concierto. Si lo veo, se que yo debía estar allí. Servidor no tiene el acerbo musical del susodicho ni está tan bien informado. Nada más lejos de la realidad. La Bantastic Fand podría decir aquello de veni vidi vici, porque así fue. Llegaron, tocaron y vencieron. Y el mundo del cowboy, granero sureño, viajes por amplias carreteras de desierto bajo un cielo azul lleno de nubes algodonadas estuvo presente en todos y cada uno de los temas.
foto: © Javier Morcillo Padilla |
Pero es que a Nacho Para lo ubico en el mismo registro de voz del gran Bob Dylan. Buen inglés. No me gusta el inglés "guachi laki". Su inglés fue entendible, al margen de que muchas veces y en otros conciertos a los que he asistido aprecio que los instrumentos se comen la voz, esta queda por debajo. Pero en la mesa de sonido estaba otro experto de los botones, Nacho Ruíz Asensio, de reconocida experiencia y prestigio. El ligero acople que sufrimos durante uno de los temas-pasa en las mejores familias- fue solamente fruto de las "condiciones" de la sala. Y hablando de inglés, el que suscribe prefiere este idioma para el rock, el pop, la música en general... antes que el propio, menos sonoro tal vez, menos suave quizás. Unas letras muy elaboradas por cierto. Desde la barra pedían "far from home"... Acústica, inglés, armónica, todos mis ingredientes favoritos. De sus fuentes o influencias ni hablamos, están ahí de forma clara y sin tapujos. Y los grandes son los grandes.
Junto a Nacho Para. foto: ©Javier Morcillo Padilla |
Como anécdota el momento de pánico que vivió el guitarrista por unos segundos en los que se le desconectó su guitarra. Buscaba y buscaba el final, la clavija y no aparecía. El resto de la banda le echó un capote y supo mantener el tipo, como muy musicazos y profesionales que son. Me vine con el CD bajo el brazo, porque Arizona, Texas y Almería o Murcia, tienen mucho en común, para completar una noche de talento y buen hacer como dieron fe de ello las almas que abarrotaban la Madchester, ávidas de buenas energías y buena música, como a mi me gusta, ya os digo.
P.D.: No escribo estas líneas con ánimo de notoriedad ni porque piense que se me de bien escribir, que si se me da. Resulta, que el disco duro donde estoy guardando las fotos se está ralentizando cosa mala (no parece tenga buena pinta eso) y para hacer tiempo mientras se guardan, os doy mi opinión sobre lo que se vivió anoche.
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